Saturday, May 15, 2010

El Mas Divino de Todos los Artes: Crónica Fumikense de la 1era Edición del Mayan X Tri en Punta Venado, Quintana Roo 2010

De todos los elementos, siempre he identificado con el viento por la compatibilidad innata que siento por el. Este elemento que siempre esta cambiando y te envuelva, respirando sobre ti el aliento mas fresco mientras te refresca en los días mas calurosos. El fin de semana de la primera edición del Mayan X Tri, sin embargo, trajo vientos que llegaron a correr los 38 kph. Arena que te pega en este viento hace tu piel sentir como si estuvieras congelando, sin tener frío.

El día antes de la competencia, estaba rodando sobre la Zona Hotelera y por la primera vez en mi vida, temía estando sobre la bici. Los vientos eran tan fuertes que yo, que tengo 73 kilos, sentía como mi bici de montaña se tiraba demasiados grados para mi gusto en la dirección equivocada y no quería caer en frente de un camión Autocar.

La junta previa la hicieron en el Caníbal Royal en Playa del Carmen, que se ubica sobre la playa. Y mientras se puso el sol, seguíamos viendo como la fuerza de los vientos empujaba a las olas a caer violentamente sobre la arena. Lo mas probable que iba a pasar era un duatlón: tres kilometros de trekking, 20 de bici otros 8 de trekking para terminar. Aun cuando llegaron los danzantes del centro de cultura (para una ceremonia de buena fortuna), ya teníamos bien sabido que los vientos no iban a bajar antes de la mañana.

Mientras paseaba durante la junta y la cena de carbohidratos, encontraba a amigos quienes no habia visto en un año. Gente con quienes rodaba. Gente a quienes no me había dado cuenta que extrañaba hasta verlos de nuevo me abrieron puertas a recuerdos bonitos y buena vibra.

En la madrugada de la siguiente mañana, mientras caminábamos hacía la meta, las olas caían con una fuerza salvaje, haciendo el duatlon un hecho inevitable. Y como yo traía nada mas mis sandalias, corriendo los primeros tres kilómetros era impensable.

Pero no estaba satisfecha. Sentía las ganas quemar mis tripas.
Necesito nadar.

Quité mis shorts y dejé mis sandalias cerca de la mesa, mientras saqué mi gorra y goggles. Mi cuerpo meneaba en el agua, que estaba completamente nublado. De vez en cuando, veía pedazos de coral, del tamaño de una papaya, rodando en el agua cuando las olas me empujaban hacia la arena. Me acordaba que hace un año y medio como me daba miedo este tipo de corriente.

Y ahora, lo necesitaba. Tráelo. Te reto.

Sali del mar y me fui a esperar con mi equipo (Odin y su prima, Monica) para el silbatazo. De repente, en un dos por tres, hablaron a los varones, luego las mujeres y luego los relevos.

El silbatazo.

Uno por uno, las categorías salieron corriendo. Odin se fue a esperar en la carpa de transición mientras yo esperé en la meta, al pendiente de Mónica.

Cuando ella llegó, se puso más interesante la carrera. Para entonces, ya eran las 9:30-10 de la mañana, con el sol cayendo de plomo sobre la selva. Cuando era posible, el viento se llevaba el calor que era tan denso que se podía cortar con un cuchillo. Aún así, las cámaras se rompían. Los ciclistas tuvieron que aguantarle, cambiando cámaras una, dos o más veces.

Me quedé en la tienda de transición con Heriberto y Mónica, mientras esperábamos a Odin y los demás. Mientras se corría el tiempo, sentí la preocupación crecer dentro de mi. Finalmente Serrano, el que eventualmente ganaría la competencia, llegó, haciendo lo de la bici en menos de una hora. Si el primer lugar llegó en este tiempo, ¿cuanto mas tardaría los demás?

Uno por uno, los varones individuales llegaron.

¿Donde están nuestros relevos?

Fue entonces que un muy sonriente Carlos Palazuelos (también conocido como "Tequilo" y conocido por mi como "Irapuato") llegó corriendo, enrackando su bici y luego a la tienda.

"¡Aplausos para el primer relevo en llegar!" gritó uno de los competidores de la carpa.

Todos aplaudimos mientras le quitaron el chip de su tobillo. Lo abracé, sudado y cansando, tan fuerte como pude mientras lo bañaron con agua. Este hombre quien hizo su primer sprint en Octubre y hará su primer medio Ironman este Domingo. El quién me considera su "madrina" de triatlones por haberlo inspirado a competir. El quién me devolvió mi fe de ser una triatleta de nuevo.

No pude haber estado más orgullosa.

Empezaron a llegar más gente y los corredores empezaron a dejar la carpa. Odin seguía ausente.

Un ciclista llegó cojeando. Su pierna estaba completamente acalambrada. Y mientras su cara se torcía con el dolor intenso, algunos de los quienes esperaban conmigo gritaban a los jueces, que por favor, ayúdale. Con mucho esfuerzo, subió su bici al rack, cada movimiento causando una avalancha de nuevos dolores. Pasito por pasito, llegó suficientemente cerca para que su corredor le quitara el chip y desaparecer hacia la selva. Lo acostaron en el pasto y le dieron un masaje en el muslo. Corrí a la caja de hielos que acaba de llegar y saqué varios cubos. Ya acostado, era un poco difícil encontrar donde meterle los hielos así que traté a hacer un hombre de nieve sobre su estomago.

Fallé miserablemente. Los hielos se deslizaron fácilmente, quedándose en el pasto.

Mas relevos empezaron a llegar y mientras los ciclistas se sentaron en la sombra, miradas nubladas empezaron a aparecer sobre sus caras. Saqué pedazos de hielo y los puse sobre los cuellos de John y de Chitolo. El cambio de ánimo era inmediato y se empezó a borrar estas miradas de sus caras.

De repente, vi un jersey de color mostaza de los Pumas aparecer y acercarse al rack. Grité a Mónica y empujamos hacia adelante para quitarle el chip. En un movimiento fluido, ella se puso el chip y corrió hacia la selva. Jalé a Odin a la sombra de la carpa pero mientras me fui por los hielos, se salió al sol, un poco aparte de los demás, inquieto.

Me acerqué y puse los hielos en su cuello. Y cuando giró hacia mi, sentí el peso de la competencia verterse de el. Se le desprendió su desviador trasero con una rama, pelándolo como si fuera una lata de sardinas, poniendo en peligro su modo para terminar. El sol le exprimió hasta el último gramo de determinación que tenía. Lo abracé y le dije que estaba bien, que ya terminó, que el ya llegó.

Caminé entre la palapa y la meta, todo el camino conociendo gente y retomando amistades con otros.

Fue entonces que vi a Lety, fotógrafa de las rodadas por excelencia, aparecer sobre la inclinación, su cara brillando de orgullo. Me acuerdo que nos dijo a Maritza y a mi que somos sus ejemplos a seguir. Que por nosotras, decidió que pudo hacer triatlones también. Y cuando vio la meta, sus talones se levantaban en un cierre increíble.

Creo que a su hermano le salió una lágrima mientras la tenía abrazada.

De regreso a mi mesa, eché una mirada hacia la playa y vi a Marilupe sentada con una toalla sobre sus hombros. Se había terminado pero su cara guardaba algo detrás de sus cejas fruncidas. Bety y Heriberto estaban con ella, hablando con ánimo.

Me acerqué a ella y la abracé. Sentí la quietud callada en ella, compacta e embotellada. Conocía esta quietud. Había escuchado aquel silencio antes.

"Estoy muy orgullosa de ti," le dije.

Y fue así que se desdobló: la frustración, el calor, la fatiga, la deshidratación y luego, para finalmente terminar aquella tortura con lo dulce de saber que hizo lo que se propuso a hacer. Lágrimas contagiosas empezaron a correr por su cara y empezaron a salir de mis propios ojos también.

"¿Por que estas llorando?" me preguntó.

"Porque Bety está parada sobre mi pie. Y me duele. Mucho."

Las risas provocaron un abrazo grupal y la petición repentina de Marilupe por una cerveza.

Va a estar bien.

Puedes hacer lo que quieres: enojarte, darte el lujo de un berrinche, aventar tu bici al arbusto más cercano. Pero no lo hiciste: rodaste, lloraste, gritaste al viento, maldijiste a los elementos solo para que te pegue en la cara con la arena, un arbusto, una rama. Pero elegiste a terminar. Tú elegiste. Y es así como el arte mas divino de todos, el amor, crea una de las sensaciones más bellas e intimas de la vida: triunfo personal.

Bienvenidos a mi mundo.

1 comment:

  1. gracias por inspirarme!!!! no solo eres la madrina de Palazuelos, tamebin mia.....
    te admiro!!!!!!!
    gracias por estar ahi y llorar conmigo!!!!!
    tq quiero mucho mi gran amiga!!!!!!
    Marilupe

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